Los pueblos abandonados en España son la consecuencia de un desequilibrio territorial, debido a diferentes éxodos rurales que han vaciado poco a poco miles de pueblos de España.
El abandono del medio rural es un fenómeno global siguiendo un patrón que se repite a lo largo y ancho del mundo: las zonas rurales pierden población debido a que las personas más jóvenes deben marcharse buscando oportunidades laborales o educativas en las ciudades.
Hasta bien llegado el siglo XIX más de la mitad de la población en España trabajaba en el campo pero entre 1950 y 1991 se produjo un gran éxodo, debido a la pérdida de peso del sector agrario en favor de la industria y los servicios.